lunes, 12 de mayo de 2014

Crónicas de un deseo...

Tengo tiempo de sobra para desearte, para recorrer cada centímetro, descifrando cada misterio que tu piel oculta.
Ahora sólo pienso disfrutar tu cuerpo lentamente y recorrerlo con caricias.
Te haré el amor observando cada sensación, registrando cada parte de ti y me aseguraré de que no haya lugar no recorrido.
Voy a sujetarte para hacerte mía, y así comerte a besos salvajemente sin dejar otra salida más que la resignación a ser tocada, acariciada y amada.
Ese erotismo que evoca tu cuerpo me tiene encadenado a tus piernas, obligándome a tomarte y a ceder a mi perversión.
Esta necesidad incontrolable de oler tu cuerpo es tan indomable y tan sutil al mismo tiempo que el no tenerte me hace padecer de manera masoquista, arañando mi subconsciente hasta llegar a esa locura de desearte con tanto arrebato que el placer se vuelva imperativo.
Ahora sólo estoy  en la espera una invitación sutil y oculta en tu mirada, para liberar todo este deseo en la superficie de tu cuerpo.

--
Mateo Moreno