¿Qué hacemos aquí si sólo nos lamentamos?
Nuestra búsqueda incesante de sentido nos ha hecho perder la cabeza, dudamos de un amor que sentimos aunque nos aferremos a olvidarlo.
Lo pensamos así, creyendo que será más fácil soltarlo, aunque no podemos evitarlo. Siempre vuelve, es parte de nosotros, de nuestra forma de ser y de nuestro rechazo a esa indiferencia que con tanto empeño nos forzamos a mantener.
¿Qué hago pensándote a estas horas? Lo mismo, regresando a recordar lo mucho que te he olvidado y lo que todavía me falta: todo.
Mateo Moreno