Puede ser que el haberte perdido fuese parte de la forma que tiene el amor de dos personas que se conocen demasiado pronto, pero no significa que debamos olvidarnos. Pues más allá de extrañarnos hay algo que nunca se perdió: y esa es la forma que tiene el amor en su mayoría, pues al demostrar que nunca se fue de nuestras vidas, revela una faccia ante cada circunstancia, pero jamás nos aleja uno del otro.
Así que no es por amor que te escribo, sino por olvido, por un intento de describir un amor, cuya cara fue siempre lo que más quise.
Puede ser que no viéramos la misma cara del amor, pero veíamos el amor en nuestras caras y vivimos el amor en nuestros cuerpos.
La forma del amor suele ser la misma, sólo cambia la forma en la que podemos gozarlo y lamentarlo.
Este amor eterno, descuidado y depreciado se sostiene por pedazos de memoria que caen con los años, agrietados por distancias, secos por descuido.
Por lo que haberte amado justifica el haberte perdido. Sólo el amor en conjunto podría explicar que este burdo intento es una expresión de todo lo que vivimos mientras amamos y de todo lo que te amo mientras viva.
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Mateo Moreno
